HISTORIA DE PINTUCO

La industria colombiana es el resultado de la iniciativa privada. Es producto de prominentes hombres de negocios, dinámicos y con proyección futurista, quienes se empeñaron en crear
nuevas fuentes de trabajo, al conjugar el talento de nuestra gente con los recursos naturales disponibles y promover con ello el desarrollo industrial y social del país.
Entre ese grupo selecto de forjadores del país ocupa un lugar destacado Don Germán Saldarriaga del Valle, quien en 1921 fundó la Cacharrería Mundial y en 1945 la Compañía de Pinturas Colombianas S.A. - Pintuco®.
Don Germán conocía las necesidades del mercado nacional, cuya actividad económica dependía fundamentalmente de las importaciones. Su espíritu inquieto, aventurero y visionario, lo condujo a crear una industria que diera satisfacción a las necesidades de los colombianos.
En asocio con su hijo, el Ingeniero Químico Alberto Saldarriaga Duque y de la multinacional Pinturas Grace y Cía., el 13 de diciembre de 1945 se constituyó oficialmente Pintuco®, con un capital de $500.000.
Diez años más tarde, en 1956 Pintuco® pasó a ser una empresa ciento por ciento nacional con adquisición total de la propiedad por parte de la familia Saldarriaga.

Además de un gran hombre de familia, empresario, ciudadano y filántropo, don Germán Saldarriaga se distinguió por ser un gran vendedor. Gracias a su espíritu comercial daba satisfacción a sus clientes en cada transacción y siempre iba más allá de entregar un producto simplemente.
Desde muy joven, siendo huérfano de padre, su esfuerzo le permitió destacarse en su trabajo y darle a su familia, en medio de carencias, ingresos adicionales para salir adelante.
Ese espíritu comercial se encuentra en el ADN de nuestra Compañía y por eso sentimos que después de nueve décadas, la sabiduría de los mayores continúa como faro y brújula para los negocios de hoy.
El carisma, la integridad y la filantropía de don Germán Saldarriaga siguen iluminándonos y su llamado a servir al cliente y a la sociedad nos palpita en el corazón, cada vez que hacemos una venta o atendemos a un cliente. Ese sello característico hace parte de nuestro legado y nuestro compromiso es continuarlo.
Somos una empresa de principios y nuestra filosofía es el producto de la rectitud y claridad de pensamiento que poseía nuestro fundador.
Entre muchos de sus legados, transcribimos el siguiente, escrito en febrero de 1962:
Aún a riesgo de transitar por caminos comunes, quiero decir, para mis hijos, para mis consocios y para mis empleados, algo que me han oído siempre y en lo cual quiero seguir creyendo siempre: la honradez, la verdad, son condiciones esenciales para la vida de relación.
SER HONRADO es el mejor negocio del mundo, por la sola satisfacción de serlo, por sus consecuencias extrínsecas y por la invaluable tranquilidad íntima de uno saberse así.
LA VERDAD es una consecuencia lógica de la honradez, pero es tan importante en la vida ordinaria y en la de los negocios, que vale la pena insistir sobre su práctica constante e invariable. Quién miente está girando en rojo sobre su prestigio y quien dice siempre a verdad, está acumulando créditos para sus seguros triunfos futuros.
Dios no se queda con trabajo de nadie, ni echa de menos una conciencia pura, ni un bien entendido sentido de responsabilidad.
LA RECTITUD es otra ruta fija, aunque a veces parezca tortuosa y difícil, las modernas y defectuosas prácticas comerciales, quieren imponer el dilema de “delinquir o desaparecer”. Sé, sin dudarlo, que es preferible desaparecer y hasta perecer. Llevo más de medio siglo de estarlo comprobando y espero que ustedes no abandonen jamás esa línea conducta: no hay que olvidar que hasta los mismos pícaros prefieren hacer negocios con los hombres rectos y honrados y que, quien no sepa rechazar aparentes prebendas de dudoso origen, puede tal vez burlar la justicia de los hombres, pero le queda su conciencia y Dios no muere”.
Germán Saldarriaga del Valle 
Hoy tenemos una Organización, que, por la concepción de sus fundadores, podemos definir con tres características básicas:
  • El privilegio de lo simple, sin admitir refinamientos que no aporten a la consecución de su objeto y a la satisfacción de todos sus públicos.
  • El compromiso con el logro y el resultado, garantizando la consecución de las metas alcanzadas, pero admitiendo siempre el error como fuente de aprendizaje.
  • Todo el actuar, enmarcado en un riguroso código ético en el que los valores como la honradez, la veracidad, el respeto por las personas, por la ley, por la palabra empeñada y la responsabilidad integral, son rectores indiscutibles de cada una de las acciones.

http://www.pintuco.com.co/sobre-pintuco/nuestra-historia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

INTRODUCCIÓN

TONALIDADES DE PINTURAS EXISTENTES Y ACTUALES: http://spi3uk.itvnet.lv/upload/articles/10/103175/images/Ironlak-krasas-1.gif. ...